Fundación Somos Naturaleza I 13/09/2023
El próximo domingo 17 de Septiembre a las 10.30h te invitamos a pasar una mañana en familia disfrutando de la naturaleza mientras aprendes a cómo hacer tu propio huerto, cómo reducir el desperdicio alimenticio o cómo llevar una dieta baja en carbono.
Estas jornadas se llevarán a cabo gracias a la cofinanciación del Área de Medioambiente Ayuntamiento Montilla
Si tenemos cualquier alimento a nuestra disposición en cualquier época del año se debe a que esas frutas y verduras provienen de regiones de otras latitudes muy alejadas de nuestro hogar, lo que supone un gasto tremendo en energía para su transporte, con la consiguiente emisión de gases contaminantes.
Una dieta “planetaria” baja en carbono basada en vegetales ecológicos, locales o de proximidad reduciría por tanto ese impacto.
En este sentido, los huertos ecológicos urbanos son una buena respuesta a esta necesidad -y más para los colectivos vulnerables que no pueden acceder a una cesta de la compra cada vez más cara. Son espacios al aire libre destinados al cultivo de verduras, hortalizas, frutas, legumbres, plantas aromáticas o hierbas medicinales, entre otras variedades, a escala doméstica y siempre de manera respetuosas con el medio ambiente.
La FAO sostiene que los huertos urbanos aportan numerosas ventajas a las ciudades y destaca los siguientes:
- Mayor rendimiento de la tierra:
Las plantaciones domésticas pueden producir hasta 15 veces más que una explotación rural y llegar a los 20 kg anuales de alimento por m2.
- Idóneos para cultivar hortalizas:
Este tipo de vegetales son perfectos para la agricultura urbana porque tardan muy pocas semanas en crecer.
- Más justos y sostenibles:
Los huertos urbanos reducen el número de intermediarios y favorecen el ahorro de transporte, envasado y almacenamiento. De esta forma, los horticultores ganan más y se contamina menos.
- Generan empleo:
Se estima que la horticultura puede crear un empleo por cada 100 m2 de cultivo. Estos puestos servirían además para ocupar a colectivos desfavorecidos o en riesgo de exclusión.
- Aumentan la calidad alimentaria y medioambiental.
La agricultura urbana facilita alimentos frescos a la población, construye zonas verdes, recicla desechos municipales y fortalece a las ciudades frente al cambio climático.