por Ángela Portero, Fundación Somos Naturaleza | 27/02/2023
Pueden parecer similares por su cuerpo recubierto de pelo. La “Thaumetopoea Pityocampa” u oruga procesionaria posee una toxina en su pelo que la oruga peluda no posee por lo que no es perjudicial para el hombre o para las mascotas que entren en contacto con ella.
Es importante que tengamos en cuenta que la procesionaria solo aparece en lugares donde hay pinos, ya que es en ellos donde desarrollan su ciclo biológico.
Desde finales de diciembre hemos visto los nidos o “telarañas” de la oruga peluda (Ocnogyna baetica) en las parcelas de no cultivo o no laboreo. La oruga peluda o la oruga de los prados son inofensivas, aunque en nuestra comarca causa verdaderos estragos cuando coincide su dispersión o salida de los nidos con la brotación del viñedo. Este año debido a la escasez de lluvias ha causado un desarrollo de la plaga homogénea, que podemos encontrar en parcelas agrícolas de no laboreo. Se recomienda vigilar su presencia en nuestro cultivo y parcelas colindantes y contralar los nidos ahora, antes de que comiencen a dispersarse por todo el cultivo y de esta forma reducir esfuerzos. Podemos utilizar métodos mecánicos como destruir los nidos, pisar las orugas o quemarlas; o métodos químicos, en agricultura ecológica se aplica Bacillus Thurigensis y también piretrinas naturales. Los tratamientos con insecticidas debemos reducirlos al mínimo para mantener la población de insectos auxiliares y poder combatir con medios naturales las plagas de los cultivos.
No debemos confundir la oruga peluda con la procesionaria, esta última se mueve “en procesión” una detrás de otra y la oruga peluda van independientes y con direcciones distintas. En cuanto a la oruga procesionaria debemos estar alerta para evitar accidentes especialmente con niños y mascotas.