David Sanchez Canto , Biólogo y anillador científico de aves silvestres l 04/08/2023
Cuando uno piensa en la palabra “biodiversidad”, rápidamente podría asociarla a los entornos con mayor riqueza biológica del planeta, tales como selvas, mares tropicales o las sabanas africanas.
Sin embargo, no hace falta coger un avión o un barco para poder ver de cerca un entorno que tenga una considerable diversidad de especies. A simple vista puede parecer que las grandes extensiones de olivar que caracterizan el valle del Guadalquivir son parajes uniformes y yermos,
pero todo lo contrario.
En los últimos años, ha tenido lugar una creciente adaptación a unas buenas prácticas agrícolas por parte de los agricultores. Esto ha sido posible debido a un mejor uso del suelo, una disminución de la aplicación de productos fitosanitarios y pesticidas, el incremento de una
producción más ecológica, y a una mayor concienciación sobre la necesidad de cuidar el medio ambiente que nos rodea.
La naturaleza es muy agradecida, y todas esas buenas prácticas se han traducido en un incremento de la biodiversidad de estos terrenos. Uno de los grupos biológicos que pueden ayudarnos como indicadores de la calidad del olivar es el de las aves. Las aves encuentran en el olivar un lugar donde poder buscar alimento y criar a la siguiente generación. Y no son pocas las especies que pueden localizarse en estos enclaves.
Sin irnos más lejos, durante el periodo comprendido entre abril y junio del presente año 2023, se ha realizado un estudio de avifauna en los olivares de Castro del Río. Este estudio comprendía una parte de observación directa de las especies de aves que habitaban dichos olivares, y otra parte consistía en el anillamiento científico de aves, una herramienta que permite conocer más de cerca y de primera mano la riqueza ornítica de la zona. Como resultado, durante la realización de este trabajo se ha constatado la presencia de 52 especies diferentes de aves. Un número que sorprendería a cualquier persona ajena al mundo del olivar.
Entre las especies que fueron observadas destacan la avutarda común (Otis tarda) y el alzacola rojizo (Cercotrichas galactotes), siendo ambas unas auténticas joyas de la avifauna ibérica. Pese a que la avutarda es un ave que no precisa del olivar para su supervivencia, necesitando de grandes llanuras sin arbolado, el alzacola si se ve ligado a los cultivos leñosos como el olivar, encontrándose incluso en peligro de extinción, siendo, por lo tanto, imperativo el deber de cuidar el hábitat de esta especie.
Toda esta información extraída del estudio comentado anteriormente parece indicar que vamos por el buen camino. Pese a que aún falta mucho para alcanzar una buena conservación del medio ambiente, seguimos teniendo margen de mejora. No todo está perdido, y esto puede verse en las zonas de olivar que tenemos tan cerca de nosotros.
Por lo tanto, cada vez que utilicemos aceite de oliva en casa debemos también ser conscientes de la riqueza biológica que se esconde detrás de este producto, de la biodiversidad del olivar.