En la Fundación Somos Naturaleza creemos que la naturaleza tiene un poder transformador. Por eso impulsamos el proyecto “Sembrando sonrisas a cualquier edad”, un programa de huertos terapéuticos intergeneracionales diseñado para mejorar el bienestar físico, emocional y social de las personas mayores, al tiempo que fomentamos la interacción entre generaciones y la participación comunitaria.
Un proyecto con propósito y alcance
El proyecto se ha desarrollado en el Centro Público de Educación de Personas Adultas Antonio Gala, con la colaboración del Área de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Montilla, y ha dado continuidad a la experiencia iniciada en 2024 con la colaboración de Fundación “la Caixa” y. Este espacio ha ofrecido un entorno accesible, acogedor y estable, donde las personas mayores pueden participar activamente en la jardinería terapéutica y compartir aprendizajes con niños y niñas de huertos escolares, incluyendo a alumnado de educación secundaria.
El objetivo principal ha sido promover el bienestar integral de las personas mayores, un colectivo que a menudo enfrenta situaciones de aislamiento social, soledad y problemas de salud. A través del huerto, se busca fortalecer la autoestima, el sentido de utilidad y la integración social, además de fomentar habilidades en agricultura ecológica, sostenibilidad y cuidado del entorno.
Principales hitos del proyecto
A lo largo de las sesiones de este trimestre, se han alcanzado varios momentos clave:
- Sesiones iniciales en el Centro Antonio Gala y La Toba: se realizaron actividades de preparación de la tierra, instalación de semilleros y planificación del huerto. Los participantes aprendieron a organizar el espacio, rellenar las mesas con sustrato ligero y nutritivo, y asociar cultivos para optimizar el rendimiento y la biodiversidad.
- Interacción con huertos escolares: visitas a centros educativos donde el grupo aprendió nuevas metodologías hortícolas, colaboró con alumnado y fortaleció la dimensión intergeneracional del proyecto.
- Actividades sensoriales y terapéuticas: manipulación de semillas, plantas aromáticas y flores, fomentando la estimulación cognitiva, la creatividad y la conexión emocional con la naturaleza.
- Compostaje y sostenibilidad: en La Toba, se activó una compostadora con restos vegetales, promoviendo la conciencia ecológica y el aprendizaje práctico sobre ciclos naturales y reutilización de recursos.
- Cierre del trimestre: cosecha de hortalizas, evaluación participativa y preparación del huerto para el descanso navideño, consolidando el aprendizaje y la participación activa del grupo.
Un grupo cercano con impacto social real
El curso ha creado un grupo muy unido, donde compartir tiempo, experiencias y conocimientos se ha convertido en un verdadero motor de bienestar. Más allá del aprendizaje horticultural, las personas participantes han descubierto el valor de formar parte de una comunidad: sentirse útiles, acompañadas y con un propósito compartido.
Elena Mancera, técnica de medioambiente y educación de la Fundación Somos Naturaleza, explica:
“Este trimestre ha sido una muestra preciosa de cómo un grupo puede transformarse cuando trabaja por un bien común. No solo hemos aprendido horticultura terapéutica: hemos construido vínculos, nos hemos cuidado mutuamente y hemos contribuido a mejorar los huertos escolares para que los niños y niñas puedan disfrutarlos aún más. Cada participante ha aportado ilusión, energía y ganas de colaborar, y ese impulso se ha notado tanto en los centros educativos como en la propia evolución personal de cada uno y cada una.”
El trabajo desarrollado ha supuesto un apoyo importante para los colegios, que ahora cuentan con huertos más cuidados y funcionales, pero también ha sido un regalo para quienes han participado: sentirse parte de algo que mejora la vida de otras personas, especialmente de la infancia, ha reforzado la autoestima, el compromiso y la motivación colectiva.
Resultados y aprendizajes
Los resultados obtenidos reflejan el impacto positivo del proyecto:
- Mejora del bienestar físico y emocional, mediante la actividad en la naturaleza y el contacto con la tierra.
- Fortalecimiento de la autoestima y el sentido de utilidad, al compartir conocimientos y experiencias.
- Reducción del aislamiento social y consolidación de redes de apoyo intergeneracionales.
- Desarrollo de habilidades en agricultura ecológica, sostenibilidad y planificación hortícola.
- Incremento de la conciencia ambiental y compromiso social, a través de prácticas de compostaje, conservación de semillas y biodiversidad.
Este proyecto demuestra que la jardinería terapéutica puede ser mucho más que cultivar plantas: es un espacio de encuentro, aprendizaje y transformación, donde las personas mayores se sienten activas, útiles y conectadas con la comunidad.



Hacia el futuro
El proyecto “Sembrando sonrisas a cualquier edad” aspira a consolidar un modelo de huertos terapéuticos sostenibles, que continúe ofreciendo a las personas mayores experiencias enriquecedoras y oportunidades de participación en la comunidad, manteniendo el impacto positivo a largo plazo.
Gracias a la colaboración de todas las entidades implicadas y al entusiasmo del grupo, este proyecto se perfila como un ejemplo de cómo la naturaleza, la educación y la solidaridad intergeneracional pueden mejorar la calidad de vida de las personas mayores y fortalecer el tejido social de Montilla.
¿Te gustaría participar en la próxima edición?
Si este proyecto te ha inspirado y te gustaría formar parte de los Encuentros de Horticultura Terapéutica en su próxima edición, prevista para inicios de 2026, estaremos encantadas de contar contigo.
Tanto si quieres aprender, compartir tus conocimientos, colaborar como voluntariado o simplemente vivir la experiencia de formar parte de un grupo que cuida de las personas y del entorno, puedes ponerte en contacto con la Fundación Somos Naturaleza.
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Estaremos encantadas de darte la bienvenida.