por Miguel Angel Molinero, experto en emprendimiento y socio Director de Rurapolis SL www.rurapolis.es | 07/02/2023
Una parte de nuestra sociedad suele considerar que las actividades empresariales tienen el único propósito de lucrar a sus promotores. La imagen del empresario de ambición egoísta e insolidaria ha calado en muchos colectivos hasta el punto de que ha retraído la iniciativa privada con el consiguiente impacto en reducción de empleo y riqueza.
Los estereotipos y prejuicios dificultan los análisis rigurosos y, por tanto, imposibilitan las acciones más correctas para la sociedad, tanto para los poderes públicos como para el conjunto de los ciudadanos. La persecución de la iniciativa privada reduce el atractivo para las justas expectativas de los inversores y bloquea la vocación emprendedora de la población.
Ante este sesgado y obsoleto enfoque, muchos pensamos que existen modelos de negocio sostenibles y con impacto positivo en la sociedad que pueden retribuir adecuadamente al capital al tiempo que generan empleo y riqueza.
Es abundante la bibliografía científica y de divulgación sobre innovación en modelos de negocios basados en la sostenibilidad y con impacto positivo (“20 Business Model Innovations for Sustainability” https://issuu.com/lichtebries/docs/model_behavior_-_20_business_model_ es un buen compendio de oportunidades empresariales basadas en la sostenibilidad)
Trabajar en la ideación y desarrollo de modelos de negocios basados en la sostenibilidad ambiental, social y económica no solo es necesario para nuestra sociedad, sino que es una tarea totalmente alineada con las buenas prácticas empresariales tal como se sostiene en http://miguelangelmolinero.blog/2020/05/10/sostenibilidad-para-la-mejora-empresarial/
Pero ¿este enfoque es realista o se trata de una visión utópica de unos pocos?
Una evidencia viene a dar respuesta a esta pregunta, el exponencial crecimiento de los fondos de inversión e iniciativas empresariales basadas en la sostenibilidad (https://www.eleconomista.es/mercados-cotizaciones/noticias/12163770/02/23/Las-estrategias-de-inversion-de-los-fondos-espanoles-de-bolsa-mas-sostenibles.html ) Independientemente de que detrás de algunas de estas iniciativas pueda encontrarse la visión solidaria y consciente de sus impulsores y que en ocasiones también puedan ser mecanismos de ”limpiar” la imagen de ciertas compañías (green washing) la movilización de recursos realizada persigue un justo retorno al capital basada en las oportunidades que ofrecen la evolución de nuestra sociedad.
¿Podemos construir un mundo mejor en términos de sostenibilidad y que sean las empresas motor de esta transformación? Algunos pensamos que sí, sin embargo, aún existen numerosas barreras y obstáculos a superar para que este movimiento social, protagonizado por el mundo empresarial sea palanca transformadora. Citaré a continuación algunos de ellos.
Métricas de validación. La evaluación objetiva de impactos positivos y negativos no es fácil al tratarse de análisis con múltiples variables afectados por la escala temporal. Como ejemplo, para la evaluación de la capacidad de retención de CO2 de la cubierta vegetal con frecuencia se tiene en consideración la parte aérea de la planta, prescindiendo por la dificultad de medida de la retención de CO2 realizada por el suelo en estratos profundos, siendo esta de gran relevancia tanto en volumen como en persistencia.
Necesitamos mecanismos de medición de impactos que arrojen luz sobre las actividades humanas y que puedan contribuir en los procesos de mejora.
Adecuación normativa. Algunas iniciativas empresariales con impacto positivo carecen de marco normativo apropiado. El nivel de innovación de las actividades empresariales, con frecuencia choca con ciertos vacíos legales y rigideces cuando no, con barreras insalvables para el desarrollo de estas. Un ejemplo que en ciertos supuestos ha sido paliado es la transformación y venta de productos agroalimentarios en las explotaciones agrarias. Estimular los canales cortos y las ventas de proximidad apoyando a los pequeños productores agrarios es útil para favorecer la retención de valor y mantenimiento de la población en el medio rural, al tiempo que se reducen emisiones de CO2 por minimizar los transportes de productos alimentarios. Esta actividad, la transformación y venta en las propias explotaciones, ha chocado con la restrictiva legislación en materia alimentaria.
Sensibilización social. Desde mi punto de vista, es en este ámbito en el que más trabajo queda por hacer. La formación e información a empresarios y emprendedores, mostrando las oportunidades que la sostenibilidad ofrece y creando conciencia sobre los impactos de las actividades económicas, sensibilizar a la ciudadanía sobre el valor de las iniciativas empresariales con impacto positivo y promover el espíritu de emprendimiento entre los más jóvenes, son imprescindibles para que afloren negocios con un enfoque innovador que contribuyan, gracias a la actividad empresarial, a la mejora de la sociedad al tiempo que retribuyen adecuadamente al capital.