por Ángela Portero, Fundación Somos Naturaleza | 22/02/2023
El presente año se ha iniciado como el segundo año hídrico más seco del siglo y nos pone en alerta. Este ciclo de lluvias es de los más secos junto al año 2007-2008 según AEMET. Las predicciones no son nada halagüeñas, los modelos de predicción apuntan a lluvias por debajo de lo normal.
Cada vez es más patente la situación de alerta por sequía que tenemos en el campo, especialmente visible en los cultivos de secano como son los cereales, que presentan mala nascencia y crecimiento debilitado, y los cultivos perennes en el caso del olivar, con poco crecimiento vegetativo que causará menor producción en la próxima campaña, y un año incierto para el viñedo de nuestra comarca. En esta situación debemos captar la mayor cantidad de agua de lluvia y evitar la pérdida del suelo ¿Qué podemos hacer para mantener el agua en nuestro suelo?
Lo podemos conseguir mediante labores específicas, setos y cubiertas vegetales controlados en el momento adecuado.
Labores específicas:
Con un rejón realizar un surco. Esta labor debe ser perpendicular a la pendiente, en ocasiones puede ser necesario levantar el apero para evitar una labor a favor de la pendiente, incluso sería necesario cambiar la calle de la labor. Prestar especial atención a la pendiente de la finca y evitar favorecer la corriente de agua dentro del surco.
Aserpiado entre cultivos. Para ello es necesario una aserpiadora que realiza pocetas que retienen el agua de lluvia y evita la erosión en épocas de precipitaciones abundantes. Se utiliza a favor de la pendiente, con los lomos realizados entre las líneas de cultivos leñosos. Esta labor se realiza en otoño, durante el invierno retiene y favorece la absorción del agua, tras las lluvias de primavera se deshacen. Este método favorece la conservación del agua en el suelo.
Setos
Las masas vegetales pueden estar formadas por árboles, arbustos o aromáticas. Están ubicadas en las lindes, cunetas o arroyos. Una de sus funciones es reducir la erosión y retener la corriente de agua aumentando la capacidad de absorción del suelo. Además, ejerce de atrayente para los insectos auxiliares y fauna que ayuda a controlar las plagas de los cultivos de forma natural.
Cubierta vegetal
Puede ser de dos tipos:
Espontánea
Son aquellas que crecen de manera natural bajo los cultivos leñosos, no requieren costes de implantación y suelen tener una gran diversidad de especies.
Sembrada
Se debe sembrar antes de las lluvias de otoño, y en las calles perpendiculares a la pendiente de la finca. Hay varios tipos de semillas y mezclas, algunas interesantes son las que contienen leguminosas para favorecer la fijación de nitrógeno. En años como este, tiene especial importancia el correcto control de cubierta. Cuando las temperaturas suben y cesa el ciclo de lluvias, se controla y se incorpora en el suelo. En el caso de las leguminosas incorporarlas tras la floración, para que los nódulos de nitrógeno de las raíces nutran el suelo y sean aportados al cultivo.
RECOMENDACIONES PARA EVITAR PERDIDA DE AGUA
En esta campaña tan seca, y con la primavera que se augura sin cambios, debemos evitar perder el agua almacenada en el suelo, tanto si nuestro cultivo es de regadío y con más motivo si está en secano.
- Eliminar lo antes posible la cubierta para que no consuma agua del suelo. Pero en el caso de tener condición particular vinculada a las ayudas de la PAC, debe esperar a la fecha indicada en la normativa que lo regula.
- El sistema empleado debe garantizar la eliminación completa de la cubierta vegetal y de esta forma no consumir ningún recurso hídrico del suelo.
- Si realiza algún surco en los próximos días para retener el agua de lluvia, no debe ser profundo y eliminarlo cuando se terminan las lluvias de primavera, al igual que otras acciones como el aserpiado.
- En parcelas labradas, la dirección de la labor durante el periodo de lluvias debe ser siguiendo las curvas de nivel para “cortar las aguas”.
- En olivares con cierta pendiente sería apropiado realizar unas “pocetas” en forma de media luna por debajo del árbol para retener el agua.
