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Las desigualdades est谩n creciendo en todo el mundo, y la conexi贸n entre las desigualdades ambientales y sociales es cada vez m谩s evidente. Sin una acci贸n integral en ambas 谩reas, una transici贸n justa y sostenible se vuelve inviable.
Las crisis econ贸mica, ecol贸gica y sanitaria actuales demuestran c贸mo las desigualdades se agravan globalmente y destacan el v铆nculo cercano, aunque a veces no perceptible, entre las desigualdades ambientales y sociales. Sin embargo, justicia social y justicia ambiental suelen tratarse como temas independientes, lo cual crea tensiones en las pol铆ticas y lagunas en las soluciones a problemas concretos de desigualdad.
A nivel global, los pa铆ses ricos generan m谩s contaminaci贸n que los pa铆ses pobres, mientras que estos 煤ltimos sufren m谩s las consecuencias. Este tipo de desigualdades nos muestra c贸mo los problemas ambientales se est谩n convirtiendo en una nueva frontera para las injusticias sociales. Incluso a nivel nacional, se observan desigualdades: los grandes contaminadores y aquellos m谩s afectados por la contaminaci贸n, residuos peligrosos, y el cambio clim谩tico no suelen coincidir.
La crisis ecol贸gica plantea, por tanto, la necesidad de una distribuci贸n m谩s justa de los recursos naturales y de un enfoque responsable frente a la degradaci贸n ambiental, abordando las desigualdades entre individuos, empresas y pa铆ses. As铆, reconciliar las dimensiones de justicia social y justicia ecol贸gica no solo es posible, sino tambi茅n esencial para abrir el camino hacia un futuro menos desigual y m谩s resiliente.
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