En el Sur de España, donde los veranos son cada vez más secos y calurosos, el acceso al agua se ha convertido en un factor crucial para la supervivencia de la fauna silvestre. Frente a este desafío, la instalación de bebederos artificiales en entornos rurales y naturales emerge como una solución sencilla pero sumamente eficaz para apoyar la biodiversidad, mitigar los efectos del cambio climático y favorecer la convivencia entre fauna y actividades humanas.
¿Por qué son importantes los bebederos artificiales?
Los bebederos no son simples puntos de agua: se convierten en auténticos refugios de vida para aves, mamíferos, reptiles e insectos, especialmente durante los meses más cálidos del año. En regiones como Andalucía, donde las temperaturas estivales superan habitualmente los 35 °C, muchas especies encuentran serias dificultades para acceder a fuentes naturales de agua debido a la sequía y la transformación del paisaje.
Razones clave para instalar bebederos en el medio natural:
- Sostienen la biodiversidad local, favoreciendo la presencia de especies tanto comunes como amenazadas.
- Apoyan a fauna vulnerable, como el alzacola rojizo y el águila imperial ibérica.
- Reducen conflictos con la agricultura, evitando que la fauna entre en fincas en busca de agua.
- Facilitan tareas de seguimiento y conservación, mediante cámaras o registros de actividad.
Impacto ecológico: beneficios y precauciones
Beneficios
- Conservación de la diversidad de especies en zonas con escasez de agua.
- Mejora del éxito reproductivo de aves insectívoras y otras especies sensibles.
- Apoyo a ecosistemas degradados o en restauración, contribuyendo a su equilibrio natural.
Precauciones
Si bien los bebederos ofrecen numerosos beneficios, es fundamental instalarlos y mantenerlos adecuadamente para evitar problemas como:
- Propagación de enfermedades entre animales por acumulación de agua sucia.
- Aumento del riesgo de depredación si se colocan en lugares demasiado expuestos.
¿Cómo instalar un bebedero de forma responsable?
Sigue estos consejos para garantizar una instalación efectiva y segura:
- Ubicación: Elige un lugar tranquilo, cerca de la vegetación natural.
- Materiales: Utiliza recipientes de piedra, barro cocido o plástico reciclado, siempre con bordes poco profundos y rugosos
- Sombra y ventilación: Protege el bebedero del sol directo para evitar la evaporación rápida y el sobrecalentamiento del agua.
- Frecuencia de recarga: En verano, lo ideal es rellenar o limpiar al menos una vez por semana.
- Mantenimiento: Limpia con cepillo y agua (sin productos químicos) para evitar acumulación de algas o larvas de mosquito.
“Verde que te quiero verde: Montilla ecológica”
En el marco del proyecto “Verde que te quiero verde: Montilla ecológica (Fase 2025+)”, desde la Fundación Somos Naturaleza en colaboración con el área de Medioambiente del Ayuntamiento de Montilla, dentro de nuestro programa Alzanatura, iniciamos la instalación de bebederos de agua para fauna silvestre, la cual constituye una de las acciones clave para la promoción de la biodiversidad local. Esta iniciativa responde a la creciente escasez de agua en los paisajes agrícolas y urbanos de Montilla, especialmente agravada durante los meses de verano.
Los bebederos, ubicados estratégicamente en fincas agrícolas, cumplen una función esencial al asegurar el acceso al agua para aves autóctonas, polinizadores y pequeños mamíferos. Esto contribuye directamente a la supervivencia de especies aliadas de los ecosistemas y refuerza la resiliencia frente al cambio climático. Su mantenimiento está en manos de las personas propietarias o gestoras de estas fincas como Rafael Ponferrada de Bodegas el Calabozo, la familia Gálvez Criado de Hacienda Bolonia, Santiago Jiménez de Lagar Cañada Navarro o Ángela Jiménez de Lagar los Raigones, con quienes colaboramos en acciones de custodia del territorio en el marco de este proyecto. Agricultores y agricultoras que, además de trabajar la tierra, dedican parte de su tiempo a cuidar de la naturaleza y convertirse en verdaderos gestores del medio. Queremos darles el lugar que merecen, ponerles cara y reconocer su compromiso, porque conservar la biodiversidad también pasa por apoyar a quienes hacen posible esa convivencia entre producción agraria y respeto al entorno.
Además, estos dispositivos están diseñados para minimizar la evaporación y facilitar su mantenimiento, garantizando su funcionalidad a largo plazo.
En esta actuación hemos contado con un valioso acompañamiento de la Asociación Bioterra Andalucía. En especial, agradecemos a Nacho Morales, biólogo y presidente de la asociación, por su ayuda y asesoramiento una vez más. Colaboraciones como esta nos recuerdan que, cuando se comparten los mismos fines, el trabajo conjunto no solo suma, sino que multiplica los resultados, fortaleciendo redes en lugar de competir entre quienes trabajamos por un mismo propósito.
La Fundación Somos Naturaleza, a través de este proyecto, no solo fomenta la conservación de la fauna local, sino que también sensibiliza a la comunidad sobre la importancia de mantener hábitats adecuados y sostenibles en el entorno de Montilla. Si quieres saber más sobre el proyecto y las fincas agrarias que forman para de él, ¡haz clic aquí!